lunes, 16 de junio de 2014

LA HUMILDAD (Reflexión)

"Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno" (Romanos 12:3).

Si entendiéramos que la gracia de Dios nos equipa de todo bien y virtud necesarios para una vida que glorifique el nombre del Señor Jesucristo, no seríamos tan propensos a la soberbia. Todo nos ha sido dado, nada justifica la jactancia, y el contemplar nuestras virtudes, talentos y dones solo debería ser otro motivo para elevar alabanzas a Dios por hacernos recipientes de Su bondad.

De esa forma nunca pensaríamos de nosotros más alto de lo que debemos, pues el trono de Dios estaría instalado en nuestro corazón y daríamos solo a Él toda gloria. Pidamos perdón a Dios por la soberbia y roguemos por su ayuda para vivir la humildad que Cristo enseñó con Sus palabras y con Sus hechos. 


sábado, 7 de junio de 2014

BOKO HARAM SOSPECHOSO DE 200 ASESINATOS MÁS EN NIGERIA (Noticias)

Se teme que militantes de Boko Haram han asesinado al menos 200 personas más esta semana en una ola de ataques lanzados en todo el estado de Borno, en el norte de Nigeria.

      Tres aldeas cristianas - Attagara, Agapalwa y Aganjara - fueron reducidas a cenizas. Los atacantes mataron, saquearon y robaron el ganado antes de quemar las casas y las iglesias, dicen los medios de comunicación locales. Todos los pueblos se encuentran a pocos kilómetros de la frontera con Camerún, cerca de la vasta selva Sambisa, que alberga varios campos de militantes, y de donde se creía que eran algunas de las chicas desaparecidas  de Chibok .
      Las tácticas de Boko Haram de agrupar a los aldeanos antes de matarlos se observaron entre el domingo y el miércoles. Desde el domingo, al menos 200 personas perdieron la vida; al menos un hombre armado y en uniforme militar forzó a la gente a agruparse (dando la impresión de ofrecer protección) antes de disparar ráfagas de balas. El miércoles, un grupo de unas 45 personas murieron luego de reunirse para escuchar un sermón de los militantes que pretendían ser predicadores.
      Estas tácticas no son nuevas ya que el grupo ha matado a miles de personas desde el año 2009, en un intento de crear un Estado islámico en Nigeria. Los informes dicen que al menos 3.000 han sido asesinados este año.
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domingo, 1 de junio de 2014

EL BIEN Y LOS VALORES MORALES (Reflexión)

¿Qué importancia tiene discernir el significado del bien y la bondad si lo que realmente importa es que nuestros actos propicien el bienestar propio y de nuestros semejantes? ¿Acaso no son los efectos prácticos del pensamiento los que determinan su validez?

Ese suele ser el supuesto pragmático que gobierna las masas. Y en cierto grado es responsabilidad de los creyentes cristianos que el grueso de la sociedad asuma como ciertas esas ideas, pues en nuestra cotidianidad somos pasivos e indiferentes ante ellas, con lo que nos hacemos participes del error (Stg 4.17).
En primer lugar, quien no sabe en qué consisten el bien y el mal moral ¿cómo podrá calificar sus propios actos? Esta una de las tragedias de nuestra sociedad: que medimos el bien moral conforme el nivel de aceptación colectivo. Hemos democratizado la conciencia individual: si algo es acogido con beneplácito por las mayorías entonces está bien…
Si aprendiéramos de las lecciones de la historia entenderíamos que esa concepción ha sido una fórmula para el desastre: en la Alemania nazi las mayorías permitieron el Holocausto; los crímenes de la Inquisición en su momento fueron aplaudidos por las mayorías católicas y en países de África y Medio Oriente las mayorías aprueban la mutilación genital femenina (practicada principalmente en infantes), solo por citar algunos ejemplos. Estaría de más argumentar porqué el beneplácito de las mayorías no puede ni debe ser el estándar del bien moral, pero los seres humanos padecemos con desafortunada frecuencia de inmunidad ante el dolor ajeno, y más aún cuando ese sufrimiento es fuente de bienestar y prosperidad para unas mayorías.

jueves, 29 de mayo de 2014

LA CLAVE DEL ÉXITO (Reflexión)

A lo largo de la historia muchos han proclamado ser poseedores de la clave del éxito. Aun así, desde el tiempo en que el hombre consideró que no solo podía sino que quería vivir en un “paraíso” hecho a la medida su pretendida autosuficiencia, hemos asistido una generación tras otra al bochornoso espectáculo de la progresiva decadencia humana. 
A pesar de los aciagos resultados, la obstinación ha sido una constante del hombre en su camino a la destrucción, y sin embargo, este no duda en cuestionar a Dios por la injusticia, la enfermedad y la muerte, como si no se tratase de efectos de la humana -clave del éxito-. No es de extrañar, pues el hombre es proclive a la autojustificación: siempre buscará culpas y culpables en cualquier rama ascendente de su árbol genealógico, en la sociedad, el sistema de gobierno, en  el clima y otros fenómenos naturales e incluso en Dios… Cualquier cosa antes que admitir una sencilla pero categórica verdad: el hombre ha fracasado rotundamente como rector de su propia vida.

lunes, 15 de abril de 2013

¿CRISTIANISMO O INDUSTRIA DE ENTRETENIMIENTO? (Reflexión)

Durante su ministerio terrenal, el Señor Jesucristo fue seguido por multitudes. Enfermos del cuerpo o del alma se contaban por miles donde quiera que Él fuere (Mat 14.14-21) y recibían el consuelo y la medicina de su Palabra. El único requisito era ser pecador (Luc 5.32) y tener necesidad de la insustituible competencia del poder divino.
A pesar de su relativamente corta vida pública y de la precariedad de las comunicaciones de aquella época si se le compara con los masivos medios de la actualidad, el nombre del Señor Jesús fue difundido y reconocido por no pocas personas que percibían en Él una autoridad sin precedentes, sustentada por su relevante declaración de ser el Hijo de Dios, con lo que, como bien entendieron los judíos, le igualaba a Dios mismo (Jn 5.18). Convencidos de la radical trascendencia de esa afirmación, en los siglos siguientes cientos de miles de sus discípulos no escatimaron sus vidas, y lo continúan haciendo hoy, a fin de transmitir el mensaje de reconciliación por medio de la fe en su sacrificio expiatorio.
La muerte de Esteban, precedida de una larga lista de profetas martirizados (Hch 7.52) y la vida de Pablo, entre otros creyentes, dan cuenta del precio que se podía llegar a pagar por la causa de Cristo:  “Otros experimentaron vituperios y azotes, y hasta cadenas y prisiones. Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a espada; anduvieron de aquí para allá cubiertos con pieles de ovejas y de cabras; destituidos, afligidos, maltratados (de los cuales el mundo no era digno), errantes por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas de la tierra” (Heb 11:36 -38). De modo que quien quiera que lea las Escrituras, recibe el testimonio de lo que puede implicar servir a Cristo: “Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo” (Mar 13:13). La vida cristiana, aunque llena de gozo debido la comunión con Dios (Rom 14.17), no está exenta del dolor mientras dura el peregrinaje terrenal: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Jua 16:33).